Ya hemos hablado en alguna ocasión del método Montessori y los beneficios que tiene para el bebé aplicar esta técnica, como es el caso de la estimulación de sus capacidades individuales, la promoción del aprendizaje activo y la ayuda que le proporciona para desarrollar autonomía e independencia infantil, entre otras muchas cuestiones —tal como puedes leer en este artículo—. Ahora bien, en esta ocasión vamos a centrarnos en uno de los juguetes estrella de este método, la caja de permanencia o caja de permanencia Montessori. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este juguete que de primeras puede parecernos muy simple —a vistas de un adulto, claro—, pero para un bebé de 7 u 8 meses supondrá un hito en su aprendizaje y le permitirá tomar conciencia de aspectos fundamentales en su desarrollo. ¡Sigue leyendo para saber más sobre la caja de permanencia!
Caja permanencia Montessori: ¿Qué es?
¿Has oído hablar alguna vez de la maldición del conocimiento? Las personas aprendemos y mejoramos gracias a nuestra experiencia y a la información que recibimos en forma de estímulos, de sensaciones y de impresiones. Todo se guarda en nuestro subconsciente y forma parte de nuestro conocimiento, pero a veces, de manera inconsciente, damos por hecho que el resto de individuos saben lo mismo que nosotros, y desafortunadamente no siempre es así. Y esto es algo que nos pasa mucho con nuestros pequeños —es lo que se conoce como la maldición del conocimiento—.
A simple vista, cuando alguien ve una caja de permanencia Montessori tiende a pensar que se trata de un objeto demasiado sencillo y cree que esta no resultará de interés para los bebés, pero nada más lejos de la realidad. Esta caja está fabricada con un material opaco, como es la madera, y cuenta con un agujero en uno de sus costados en el cual puede insertarse un objeto del mismo tamaño y con la misma forma. La caja permanencia puede incluir así mismo un cajón o una puerta abatible desde la cual extraer el objeto del interior. A veces, incluso, tiene un orificio de mayor tamaño para poder extraer los objetos, además del cajón o la puerta abatible. El diseño y el funcionamiento de la caja de Montessori es sencillo, eso es innegable, pero sin embargo cuenta con una función muy importante para los más pequeños, principalmente para los bebés de 7 a 8 meses.
Caja de permanencia: objetivos y beneficios
Como explicábamos en el punto anterior, el diseño de la caja de permanencia de Montessori es muy simple, sin embargo, este cuenta con una gran cantidad de beneficios para los más pequeños. Te explicamos cuáles son:
Caja permanencia: descubriendo la permanencia de los objetos
Este es el objetivo principal, como su nombre indica. La permanencia de los objetos no es otra cosa que saber que los objetos no desaparecen, aunque no podamos verlos, algo de lo que los bebés no son conscientes —aunque los adultos lo tenemos muy interiorizado, ellos no—. Para los bebés, cuando algo desaparece es porque no está, sin embargo, con la caja de permanencia pueden descubrir que, aunque la pelota o el objeto que se ha insertado por la ranura de la caja no se vea, en realidad está ahí y solamente tendrán que abrir la puerta para volver a verlo. Esto, aunque no lo parezca, es un hito en el conocimiento de los más pequeños y puede aplicarse a otras cuestiones de mayor envergadura. Por ejemplo, cuando dejamos a nuestro pequeño en la guardería. En su mente será capaz de entender que no hemos desaparecido para siempre, sino que volveremos a por él. Comprenderán que las cosas existen, aunque no puedan verlas.
Caja permanencia: mejora de la coordinación
Es otro de los beneficios y objetivos de la caja de permanencia Montessori. Y esto es algo que conseguirán gracias a la destreza que necesitarán para poder insertar el objeto en el interior de ella. Como decíamos más arriba, podemos encontrarnos con muchos diseños de cajas de permanencia, algunas tienen los agujeros más grandes y otras más estrechos, por supuesto, cuanto más pequeños sean, más difícil será poder insertar el objeto en su interior, pero también más destreza, habilidad manual y coordinación entre la mano y sus ojos adquirirán. Los diseños de las cajas de permanencia de Montessori pueden variar entre agujeros circulares, triangulares y con forma de hucha, principalmente.
Caja permanencia: el aflojamiento voluntario para soltar los objetos
Los bebés tienen un instinto que se conoce como la prensión palmar. Es el motivo por el cual cuando son pequeños tienden a agarrar las cosas con fuerza —bastante fuerza—. Este instinto suele desaparecer conforme el bebé se va desarrollando. Por lo general durante las 6 primeras semanas sus manos estarán cerradas y suelen oponer resistencia cuando tratamos de abrirlas, ahora bien, a partir de este momento serán ellos quienes lo hagan con sus pequeños dedos, por lo que el reflejo prensil comenzará a perderse. Las cajas de permanencia cumplen un objetivo que es el de mejorar el aflojamiento voluntario de los más pequeños, y esto lo conseguirán con constancia y tiempo cada vez que vayan soltando los objetos en el interior. Además, esto le dará a tu pequeño mayor confianza y autoestima, al ver que es capaz de hacer cosas por él solo. Al igual que el hecho de abrir el cajón y recuperar la pelota, viendo que esta sigue ahí y no ha desaparecido.
Edad recomendada de la caja permanencia Montessori
Las cajas permanencia están recomendadas para los bebés a partir de 7 a 8 meses, como hemos visto en el punto anterior “Caja de permanencia: objetivos y beneficios”, ahora bien, también podemos encontrar modelos con diseños más complejos pensados para niños de 2 a 3 años. Ten en cuenta que el método Montessori contempla varios niveles de desarrollo, que incluyen desde el nacimiento hasta los 24 años, prácticamente, con adultos jóvenes preparados en base a las experiencias recibidas a lo largo del tiempo.