Por definición, un periodo sensible es un lapso de tiempo determinado en el que el niño demuestra estar interesado en aprender un aspecto concreto de una determinada área. Son una suerte de ventanas de aprendizaje que hay que saber identificar para fomentar la estimulación de la mente y la curiosidad intelectual.
Estas ventajas se han denominado tradicionalmente periodos sensibles Montessori, aunque comúnmente tanto especialistas como padres se refieren a ellos simplemente como “periodos sensibles” al tratar con logopedas y personal docente de los centros de educación infantil.
Pero, desde el punto de vista de un niño, ¿qué son los periodos sensibles? ¿Cómo hay que actuar cuando detectemos que el pequeño tiene una necesidad intelectual concreta?
Lo primero es identificar el inicio de un periodo sensible
Existe consenso entre los expertos en desarrollo infantil en afirmar que los periodos sensibles deben ser identificados por los padres o los cuidadores al cargo del pequeño para fomentar su aprendizaje acerca de un tema específico.
Qué motiva exactamente ese interés es algo que todavía se desconoce y sigue en estudio, pero lo cierto es que la fuente puede presentarse en cualquier formato: una película, un libro, unos dibujos, una conversación… Por eso es tan importante empezar a realizar aproximaciones a la cultura, ya que es la puerta que permite desarrollar la sensibilidad artística y cultural que le puede despertar nuevas inquietudes intelectuales en el futuro.
El periodo sensible del desarrollo se caracteriza por las preguntas constantes acerca de un determinado tema, por la reafirmación de los datos que va recordando y por el surgimiento de nuevas preguntas con el paso del tiempo.
Cuando eso sucede, lo importante es canalizar esa curiosidad en nuevas fuentes que permitan al pequeño satisfacer su curiosidad. Fuentes que pueden ser juguetes, libros o películas, un círculo vicioso en el que se fomenta el aprendizaje, la comprensión lectora y el cerebro se entrena absorbiendo y reteniendo nueva información.
Los periodos sensibles del niño pueden mantenerse durante un tiempo determinado y después desaparecer súbitamente, cuando el cerebro siente que esa curiosidad ya ha sido satisfecha. Es un mecanismo que tiene el cerebro humano de expandir sus capacidades para desenvolverse de maneras más optimizadas y que van ampliándose conforme van avanzando las fases del crecimiento.
¿Son beneficiosos estos periodos sensibles?
Sin ninguna duda. No solo porque el niño demuestra tener curiosidad por nuevos aspectos de su entorno, sino porque es un entrenamiento perfecto para su cerebro. Además, durante los periodos sensibles del niño, este tiene un deseo genuino por aprender.
Al no sentirse obligado y querer absorber información nueva acerca de un aspecto que le es de interés se fomenta el gusto por aprender, algo fundamental para que su escolarización no resulte contraproducente.
No obstante, hay que tener en cuenta que la capacidad del cerebro de un niño es limitada y no es sano que dedique todo su tiempo a un solo tema o afición. Es más, el juego debe ocupar un sitio muy importante en su lista de prioridades diarias, ya que con él será capaz de desarrollar nuevas aptitudes físicas y sociales.
El juego es, además, el principal método que utilizan todos los mamíferos para desarrollar sus habilidades de caza y su sentimiento de comunidad y manada. El ser humano no es diferente, y por eso es importante que los niños complementen su periodo sensible del desarrollo con otras actividades que estimulen igualmente sus habilidades sociales, físicas e intelectuales.
¿Qué pasa si se ignoran estos periodos sensibles del desarrollo?
Estarás perdiendo una oportunidad de oro no solo para fomentar el aprendizaje del pequeño, sino para conocer mejor cuáles son sus inquietudes. Para él, vivir esos periodos sensibles es tan necesario como enriquecedor, y por eso es necesario prestar atención a cuando pueda estar produciéndose uno.
Es importante satisfacer su interés por un tema concreto, no solo a nivel académico e intelectual, sino también por el fortalecimiento de los lazos paternos que se produce cuando aumenta la interacción con el pequeño.
Los periodos sensibles, tal y como decía Montessori, son capítulos vitales que pueden marcar su experiencia vital en su infancia. Por eso es fundamental no desatenderlos, ya que forman parte de manera inherente de su infancia y de su periodo vital.
¿Cómo influye el papel de los juguetes Montessori en los periodos sensibles?
María Montessori fue una de las educadoras y humanistas más importantes de su generación. Especializada en pedagogía, asentó las bases de la educación infantil en muchos campos. Fue la creadora del Método Montessori, un método de educación basado en la observación científica que buscaba potenciar los intereses y las aptitudes de los niños en función de sus distintas etapas de aprendizaje.
Es uno de los protocolos educativos más prestigiosos e incluso se han relacionado algunas de las bases de su método con el juego, ya que su relevancia es, como comentábamos antes, realmente elevada. No por nada existe una gama específica de juguetes Montessori que puedes consultar en nuestro catálogo, pensada para satisfacer necesidades específicas del juego en cada etapa del crecimiento.
Hay todo un repertorio amplísimo de propuestas que se engloban dentro de lo que conocemos como juguetes Montessori, incluyendo puzles, campanas musicales, cubos, herramientas para contar, despensas para dividir elementos, pelotas sensoriales, encajables, plantillas de dibujo…
Al combinar el uso de juguetes pedagógicos adaptados a su edad se permitirá al pequeño adquirir ciertas destrezas y habilidades a través del juego, interactuando con otros niños o con sus propios padres y familiares.
Además, le permitirán adquirir nuevas habilidades sociales y vivir en primera persona la resolución de problemas e imprevistos, que puede ayudar a la hora de desenvolverse en situaciones que pueda vivir conforme vaya creciendo.